La humanidad ha caído en manos de una elite delincuencial,
compuesta por unos diez mil banqueros, industriales y políticos profesionales
que usan los recursos del planeta y los frutos de nuestro trabajo, para sí.
Monopolizan los beneficios de la energía, de la tecnología, de la ciencia, de
los alimentos, de la educación y de la salud, dejando a las mayorías en la
miseria y el desamparo.
De esta manera, las tres virtudes del ser humano: 1. El
pensamiento crítico-racional; 2. Su capacidad estética (artística) y, 3. Su
potencial ético moral, no se pueden desarrollar, lo que constituye una violación
de sus derechos humanos más elementales.
Para devolverle el derecho de vivir y evolucionar
dignamente, la humanidad tiene que recuperar a la sociedad global y hacerla
suya. Todo ser humano y toda comunidad humana tienen que resolver cuatro
necesidades para poder existir:
1. La necesidad de comer; de ahí nace la economía, con sus
relaciones e instituciones. La economía es, por lo tanto, la relación social,
por medio de la cual se transforma la naturaleza en bienes y servicios para
satisfacer las necesidades materiales del ser humano.
2. La necesidad de entenderse con los demás para poder vivir
y actuar en comunidad; de ahí nace la cultura, con sus relaciones e
instituciones, que integran a todos los ciudadanos en la sociedad, mediante
lenguajes, valores, tradiciones, etc., Compartidos.
3. La necesidad de tomar y ejecutar decisiones en nombre de
la colectividad (comunidad), de ahí nace la política, con sus relaciones e
instituciones, siendo la principal el Estado.
4. La necesidad de defenderse físicamente ante agresiones e
imposiciones; de ahí nace, con sus relaciones e instituciones, lo militar.
La calidad de vida de las personas y de las comunidades
depende de cómo se organizan esas relaciones e instituciones básicas del ser
humano. Si se organizan con la participación democrática de todos, será beneficiosas
para todos.
En cambio, si se deja la organización de esas relaciones e
instituciones en manos de los pequeños grupos de ricos y poderosos, estos la
aprovechan en su propio beneficio y sin consideración para los demás.
Esta es, de hecho, la situación que impera hoy en la
sociedad global de la democracia representativa y que explica por qué alrededor
del 80%de la humanidad subsista con escasa o nula calidad de vida, mientras que
el 20% (el Primer Mundo), concentra el 83% de la riqueza del planeta y tienen
ingresos per cápita de 25 a 30 mil dólares anuales.
La pregunta que nace de esta situación, es la siguiente:
¿Cómo logra una minoría mundial de diez mil banqueros, capitalistas
industriales y comerciales y sus políticos profesionales, excluir a la mayoría
de 5.5. mil millones de seres humanos de los beneficios del trabajo, de la
educación y de la tecnología actual?
Dicho de otra manera: ¿Por qué la abrumadora mayoría de los
seres humanos tolera la tiranía de esa pequeña oligarquía global?
La respuesta es que la elite ha construido un sistema de
dominación, explotación y enajenación que abarca las cuatro relaciones básicas
del ser humano y que va desde los dos centros de poder mundiales, los Estados
Unidos y la Unión Europea, hasta los pueblos y barrios más recónditos de
América Latina, África y Asia.
Este sistema tiene cuatro características: 1. Es vertical y
antidemocrático, es decir, va desde arriba hacia abajo. 2. La elite que lo
domina es la burguesía atlántica, es decir, las elites de Estados Unidos y la
Unión Europea. 3. Utiliza las cuatro relaciones sociales básicas para dominar y
explotar